En un mundo cada vez más digitalizado, la inteligencia artificial (IA) se ha infiltrado en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Desde recomendaciones de contenido en redes sociales hasta diagnósticos médicos, la IA está transformando la manera en que vivimos y trabajamos.
Pero, ¿qué tan lejos puede llegar la IA en el ámbito legal? ¿Es posible que la IA reemplace realmente a un abogado?
La respuesta es no.
A pesar del progreso significativo en los últimos años, la IA aún no puede sustituir la experiencia, el juicio crítico y la empatía humana que un abogado profesional aporta.
No obstante, esto no significa que la IA no pueda ser una herramienta poderosa y útil para el sector legal y para el público en general.
La IA como herramienta legal: Ventajas y desventajas
La IA está revolucionando el ámbito legal mediante la automatización y el análisis de datos, entre otros aspectos. Pero, como cualquier tecnología, presenta tanto ventajas como desventajas.
Ventajas:
- Acceso rápido a información:
La IA puede procesar grandes volúmenes de datos legales en tiempo récord, facilitando la búsqueda de información relevante y actualizada para abogados y clientes. - Automatización de tareas repetitivas:
La revisión de documentos y la organización de archivos, tareas que consumen mucho tiempo, pueden ser automatizadas, lo que permite a los abogados concentrarse en cuestiones más estratégicas y en el contacto directo con los clientes. - Predicción de resultados:
Algunos algoritmos de IA, basados en el aprendizaje automático, pueden predecir con alta precisión el resultado potencial de un caso, lo que ayuda a los abogados a ofrecer asesoramiento más realista y transparente a sus clientes. - Asistencia virtual:
Los chatbots y asistentes virtuales ofrecen respuestas rápidas y precisas a preguntas legales básicas, lo que puede ser crucial para personas que necesitan orientación inicial y no tienen acceso inmediato a un abogado.
Desventajas:
- Falta de comprensión del contexto:
A pesar de su capacidad analítica, la IA no siempre puede captar el contexto emocional y social de un caso, lo que puede resultar en decisiones legales inadecuadas o errores de juicio. - Incapacidad para tomar decisiones éticas:
La toma de decisiones morales y éticas es crucial en el ámbito legal, y esto es algo que la IA, al carecer de conciencia, no puede manejar adecuadamente. - Dependencia de datos y calidad de entrenamiento:
La efectividad de la IA depende de los datos con los cuales se ha entrenado. Datos sesgados o incompletos pueden generar resultados erróneos y perpetuar prejuicios. - Riesgo de sesgos algorítmicos:
Diversos estudios han demostrado que los algoritmos de IA pueden contener sesgos inherentes presentes en los datos históricos, lo que representa un desafío ético y técnico.
La IA y el cliente: ¿Un nuevo enfoque para el asesoramiento legal?
La IA puede democratizar el acceso al asesoramiento legal, ofreciendo a más personas información útil y asequible.
Sin embargo, esto no significa que la relación abogado-cliente pueda ser reemplazada.
La relación personal con un abogado profesional proporciona asesoramiento adaptado y sensible a las circunstancias particulares de cada cliente.
El experto en derecho Dr. Daniel Martín Katz, profesor en el Instituto de Tecnología de Illinois y pionero en el uso de IA en el ámbito legal, argumenta que «la IA debe ser vista como una extensión del juicio humano, no como su sustituto».
Katz destaca que la inteligencia artificial puede hacer el trabajo preliminar, pero el juicio crítico y la toma de decisiones finales siempre deben ser responsabilidad del profesional legal.
Esta visión la comparte la profesora Mireya González, reconocida abogada y experta en derecho tecnológico colombiana, sostiene que «la inteligencia artificial no solo debe ser una herramienta técnica, sino también una aliada estratégica que respete el contexto cultural y social del cliente».
Es, pues, evidente que no podemos renegar de la tecnología y su impacto, pero sí conocer, como profesionales del derecho o como usuarios y usuarias de los servicios que presta un profesional, las limitaciones y sesgos de una IA y cómo nos impactan a nivel personal o en las decisiones que tomamos y que implican a otras personas.
Cómo interactuar con una IA de manera segura: Prompts prácticos
Para aprovechar al máximo las capacidades de la IA y obtener información útil y precisa, es fundamental hacer preguntas claras y bien estructuradas.
Aquí algunos consejos para formular prompts efectivos, ya seas profesional de la abogacía o una persona en busca de aclarar dudas.
En este segundo caso el paso número 5, que no está incluido en la lista, es consultar y contrastar la información con un profesional especializado en el área temática que te interesa y de la que necesitas asesoramiento jurídico.
- Sé específico:
En lugar de preguntar «¿Qué debo hacer si me despiden?», pregunta: «¿Cuáles son mis derechos laborales si me despiden sin causa justificada en México?». Es importante incluir el país o incluso la región para que la IA tenga en cuenta la normativa vigente en el lugar de referencia del caso. - Utiliza un lenguaje claro y directo:
Evita términos técnicos o jurídicos complicados. La IA necesita comprender tu pregunta con claridad. Cuánto más aportes al contexto, más lo detalles y, a su vez, más sencillo lo redactes, mejor. Recuerda, sencillo no significa breve. Significa comprensible y objetivo. - Sé paciente y verifica los resultados:
La IA procesa la información rápidamente, pero siempre verifica la información con fuentes adicionales y expertos. De ahí que nuestro quinto consejo sería acudir a un profesional (humano). - Haz preguntas de seguimiento:
No te limites a una sola pregunta. Formula preguntas adicionales para profundizar y obtener una visión más detallada y precisa. Prueba varias IAs con el mismo objetivo. Haz las preguntas varias veces de manera diferente. Pide detalles contrastables a través de un buscador (como la codificación de una normativa dada).
Lo que debes recordar, sí o sí
Aunque la inteligencia artificial está revolucionando el sector legal y ofrece herramientas poderosas tanto para abogados como para clientes, nunca podrá reemplazar completamente el juicio, el instinto y el compromiso personal que un abogado profesional aporta. La IA debe ser una extensión de la práctica legal humana y no su sustituto.
La combinación de inteligencia artificial y profesionalismo humano no solo optimiza recursos, sino que también garantiza decisiones más justas y precisas.
Como lo afirmó el Dr. Katz, la IA debe ser una «herramienta estratégica que respete la ética y el contexto del asesoramiento legal».
La tecnología avanza, pero el factor humano sigue siendo indispensable para garantizar que el derecho se practique con justicia, ética y comprensión.
Inteligencias Artificiales, generativas y conversacionales
Ten en cuenta que estos calificativos se pueden usar conjuntamente o por separado, referenciando lo mismo (básicamente) pero tienen una razón para su uso.
Son artificiales porque detrás del resultado lo que hay es una máquina y un algoritmo. Son generativas porque a partir del análisis de múltiples fuentes crea un resultado en forma de texto, rellenando en algunos casos información faltante a través de la predicción. Y son conversacionales porque las usas a través del lenguaje humano natural (no un lenguaje de programación).
Algunas de las más recomendables son:
- ChatGPT (OpenAI): Con su capacidad avanzada para entender y generar lenguaje natural, ChatGPT es uno de los modelos más utilizados en asistencia legal y asesoría.
- Claude (Anthropic): Una IA que enfatiza la ética y la seguridad, diseñada para trabajar de manera más transparente y responsable.
- Google Gemini: Potenciada por Google, Gemini (antes Bard) busca ofrecer respuestas rápidas y contextualizadas basadas en datos extensos y actualizados.
- Copilot (Microsoft): Similar a las anteriores e integrada con las soluciones de la casa de Bill Gates e integrada con su buscador, Bing.
- Meta LLaMA (Meta Platforms): Esta IA generativa ofrece soluciones rápidas en el ámbito académico y profesional, ajustándose a diversas necesidades tecnológicas y educativas.
La inteligencia artificial es un recurso invaluable en el ámbito legal, siempre y cuando se utilice con responsabilidad y se combine con el juicio experto y ético de profesionales comprometidos.
La Inteligencia Aumentada: tu objetivo final
La inteligencia aumentada no se trata de reemplazar al ser humano, sino de potenciar y mejorar las capacidades humanas mediante la colaboración con la inteligencia artificial.
Esta sinergia busca combinar lo mejor de la IA y el juicio humano para obtener resultados más precisos y eficientes, garantizando decisiones legales más informadas y éticas.
La inteligencia aumentada implica utilizar la IA no como un sustituto, sino como un asistente que respalda el conocimiento, la experiencia y el razonamiento crítico del profesional legal.
Las herramientas de IA pueden procesar datos y ofrecer análisis rápidos y completos, mientras que el abogado puede interpretar el contexto y aportar el criterio necesario para decisiones éticamente sólidas y contextualizadas.
Según la profesora Mireya González, «la inteligencia aumentada es el futuro del derecho: no solo proporciona rapidez y eficiencia, sino que también fortalece la responsabilidad ética y la toma de decisiones justas». El objetivo es crear un entorno en el que la tecnología y el profesionalismo humano trabajen juntos, garantizando la transparencia y la justicia en cada decisión legal.
La inteligencia aumentada no solo maximiza la eficiencia y reduce costos, sino que también promueve el cumplimiento de estándares éticos más altos y una relación más cercana y confiable con los clientes.
En última instancia, debe ser el objetivo final: una combinación robusta que asegure que el derecho se practique con humanidad, responsabilidad y rigor profesional.
Y, por último, es un objetivo al alcance tanto del profesional como del cliente. Ambos ganan y desarrollan esa inteligencia aumentada al utilizar, de manera proactiva, responsable y consciente, las herramientas. De no hacerlo así corremos el riesgo de caer justo en el otro extremo, la estupidez aumentada.
Deja una respuesta